Leyendas y Tradiciones
Tradiciones
El chiricano disfruta de las tradiciones folklóricas que le quedan como las cabalgatas de San Pablo y San Juan, las corridas de toros y festivales locales como los del guandu, la panela, el arroz y recientemente el agua. Las patronales de San José de David es la fiesta mas importante de la provincia, después de las celebraciones de fundación de la provincia.
Leyendas
LA PIEDRA PINTADA DE CALDERA
La así llamada Piedra Pintada, es una enorme piedra sobre la cual quién sabe qué manos de indios esculpieron dibujos y figuras, algunos de un trazado perfecto. El tiempo y los agentes atmosféricos han ido desgastando y borrando las figuras que aparecían en la cara superior, pero las que se encuentran en la cara perpendicular se ven perfectamente. Unos piensan que esa piedra fue un altar que los indios erigieron a sus antiguos dioses. Otros dicen que los doraces dejaron allí un mensaje representado con los signos ideográficos que ellos usaron para comunicarse unos con otros. Pero hay una tradición más: que bajo esa enorme piedra yace sepultado un gran tesoro compuesto por figuras de oro, las mismas figuras que aparecen dibujadas en la piedra. Ningún doras que tocará ese tesoro, pero vendrán extranjeros que se apoderarán de él. Pondrán debajo “tierra de temblor y de fuego” y la piedra saltará en pedazos hasta el cielo. Los que hagan esto tendrán que huir en tres direcciones: hasta la mitad de la plaza de Caldera, hasta el llano de Troya, y hasta la “Vuelta del Jobo”. Rota la piedra negra y la plataforma de piedra amarilla que cubre el depósito, encontrarán las figuras de oro.
LA TEPESA
En este país centroamericano se la conoce con dos nombres: la Tulivieja, muy popular en las provincias centrales, y la Tepesa, oriunda de las comarcas indígenas y muy popular en las tierras de las provincias de Los Santos, Veraguas y Chiriquí.Tanto la Tulivieja como la Tepesa son espantosas y aparecen de noche cerca de los ríos y quebradas buscando a su hijo perdido.
Según la tradición, la Tulivieja era una hermosa y joven mujer. Tenía fama de ser muy parrandera y no se perdía ninguna fiesta que se celebraba en su pueblo. Al dar a luz a su primer hijo, su marido le prohibió que siguiera yendo a las fiestas y le ordenó que se quedará en casa cuidando al bebé.En una ocasión, aprovechando que el esposo estaba en un viaje de negocios, la chica decidió acudir a un baile con su hijo en brazos. Para evitar que el hijo le estorbara, lo abandonó camino a la fiesta. Lo colocó debajo de un palo de mango que estaba a orillas de un río, pues pensaba volver a buscarlo después del baile.
Esa noche, una fuerte tormenta azotó el pueblo y arrastró a su hijo por el río. Cuando ella regresó a buscarlo, ya no lo encontró y comenzó a llorar, arrepentida por el grave error que había cometido. Dios la castigó por su irresponsabilidad y la transformó en un ser horripilante con agujeros en su cara y cabellos largos hasta los pies. Sus pies se le viraron y se transformaron en patas de gallina. Desde entonces anda vagando por la eternidad buscando a ese hijo perdido.La historia de la Tepesa se remonta a la conquista, cuando un español enamoró a una hermosa joven indígena de la comarca Ngöbe Bugle y la dejó embarazada. Para que nadie en su tribu se percatara de su falta, la joven escapó hacia lo más profundo de las montañas y cuando nació su hijo, lo ahogó en un río.Al ver el crimen, Dios la habló desde lo alto y la maldijo: "Ese pecado te pesa y te pesará hasta la eternidad, y desde ahora llorarás para pagar tu culpa". La Tepesa quedó transformada así en un ser espantoso que, al igual que la Tulivieja, anda vagando por los ríos y quebradas llorando, arrepentida de su pecado.